Si quieres dar un toque de originalidad a la decoración de la mesa doblar las servilletas en forma de flecha es, sin lugar a dudas, una forma genial de hacerlo. Para aprender a hacer este doblado de servilletas solamente tienes que seguir las siguientes instrucciones paso a paso.
En este caso necesitaremos un tipo de servilleta moderadamente rígido ya que en el último paso tendremos que hacer un pliegue hacia arriba que hará que algunas capas de servilleta se mantengan suspendidas en el aire. Para que esto pase y se mantengan en esta posición será necesario que la servilleta no se venza con facilidad. Servilletas finas como pueden ser las de lino o seda no son las más apropiadas para esta forma. Con servilletas de papel sí que será posible hacer esta forma.
No hay ningún paso excesivamente complicado; la mayoría de pliegues son bastante intuitivos. Simplemente será importante ser preciso al doblar para que la flecha nos quede lo más simétrica posible.
Para resumirte estos pasos hemos creado una imagen animada con cada uno de los pliegues que vas a tener que hacerle a la servilleta. Si algún paso te resulta confuso de entender puedes deslizar hacia abajo para leer una descripción más detallada.
Pasos para doblar una servilleta en forma de flecha:
1. Empezaremos con la servilleta doblada por la mitad en forma de rectángulo.
2. El siguiente paso será doblar una de las esquinas superiores hacia abajo, creando la forma que vemos en la imagen.
3. Haremos exactamente lo mismo con la esquina superior opuesta. La forma final que obtendremos va a ser la de un triángulo.
4. Tomaremos una de las puntas que acabamos de doblar para, de nuevo, doblarla hacia el exterior como si quisiéramos devolverla a su sitio original, pero quedándonos en la diagonal del triángulo.
5. Repetimos este mismo pliegue en el lado opuesto.
6. Finalmente tenemos que pinzar los centímetros de tela del medio, creando un pliegue que, si la servilleta es suficientemente rígida, se mantendrá en posición vertical. Las puntas laterales también van a levantarse automáticamente.
Por último ya podemos colocar la servilleta encima del plato o a los lados. Si no disponemos de una servilleta suficientemente rígida como para que este último pliegue se mantenga en posición podemos usar el viejo truco del almidón. Rociando un poco de agua con almidón las servilletas antes de plancharlas va a hacer que ganen la firmeza que necesitamos.
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